Tratamiento de lesiones musculoesqueléticas en deportistas jovenes
En las últimas décadas ha aumentado el número de niños y jóvenes que participan de actividades deportivas o compiten en categorías amateur. Los beneficios del ejercicio físico para la salud están bien documentados; sin embargo el ejercicio también entraña el riesgo de sufrir lesiones.
En los adolescentes, las lesiones deportivas más frecuentes son los esguinces de tobillo y otras lesiones del miembro inferior. Entre los niños que practican deportes, el mayor porcentaje de los dolores músculoesqueléticos se deben a traumatismos, sobreesfuerzos o a osteocondropatías. La mayoría de las lesiones en niños y jóvenes no precisan reparación quirúrgica y pueden ser manejadas por su médico de atención primaria y por su fisioterapeuta o rehabilitador.
La rehabilitación es fundamental, en el caso de deportistas, para recuperar las habilidades deportivas previas a la lesión y reincorporarse lo antes posible a la práctica deportiva.
Para el manejo de las lesiones es importante conocer las fases del proceso de curación, porque en cada fase perseguiremos unos objetivos y daremos unas recomendaciones distintas.
1) Fase inflamatoria (de 0 a 72 horas tras la lesión): Durante esta fase el objetivo es proteger el área lesionada y disminuir la inflamación, y las medidas habitualmente aconsejadas son:
a. Protección local
b. Reposo relativo
c. Hielo: Se pueden aplicar bolsas con hielo envueltas en un trapo o packs de hielo directamente sobre la piel durante 10 minutos varias veces al día (por lo menos tres veces).
d. Compresión
e. Elevación
2) Fase de reparación (de 72h a 3 semanas tras la lesión): El objetivo durante esta fase es continuar protegiendo la zona lesionada mientras se procura recuperar el rango de movimiento de las articulaciones y los tejidos blandos afectados, y restablecer la propiocepción. En esta fase se comienza suavemente a progresar en la recuperación de fuerza, resistencia y potencia muscular.
3) Fase de remodelación (de 3 semanas a 2 años tras la lesión): Al pasar de la fase de reparación a la fase de remodelación se establecen los objetivos finales a alcanzar antes de la reincorporación total del paciente a la actividad deportiva, e incluyen campos relacionados con la flexibilidad, la propiocepción, lña potencia muscular, la resistencia muscular y cardiopulmonar, la velocidad, agilidad y habilidades específicas del deporte practicado.
La rehabilitación funcional termina exitosamente cuando, habiendo desaparecido los signos agudos de inflamación, se ha recuperado el rango de movilidad de las articulaciones, la fuerza y propiocepción, y el deportista es capaz de realizar las actividades específicas de su deporte igual o mejor que antes de la lesión.
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